La Jornada se ha llevado a cabo en el marco del Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Barcelona el 8 de noviembre. La inauguración ha estado presidida por representantes de la UB, la Generalidad de Cataluña, la Diputación de Barcelona y de Proyecto Hombre de Cataluña, que han enmarcado el fenómeno creciente de la Patología Dual (PD). Se estima que 6 de que cada 10 personas con problemas por consumo de sustancias tienen asociado un doble diagnóstico de TUS y Trastorno Mental. La alta prevalencia de esta comorbididad afecta en un 58,9% de casos a las mujeres, añadiendo al estigma por adicción la carga de la sintomatología psiquiátrica. Se ha resaltado como preocupante, el aumento del uso de sustancias y los trastornos del neuro-desarrollo en los adolescentes, que incrementa la vulnerabilidad para seguir consumiendo y activa y acelera aún más la sintomatología psiquiátrica. Igualmente se ha destacado como muy importante la atención y apoyo continuado que se debe dar a las familias de este colectivo, muy saturadas por la gran carga emocional que supone a sus miembros hacer el seguimiento de los familiares afectados de PD.
La ponencia inaugural: Patología Dual, donde estamos y hacia dónde vamosha corrido a cargo de la Dra. y Catedrática de Psiquiatría de la UPF y UVic-UCC, Marta Torrens Mèlich, investigadora en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar.
Desde un principio, la Dra. Torrens ha afirmado que el futuro de la atención y tratamiento de las adicciones a las sustancias y comportamentales "va hacia la Patología Dual".
La co-ocurrencia en la misma persona de TUS y otro T Mental está haciendo aumentar las urgencias e ingresos psiquiátricos, incrementa la prevalencia de suicidio y multiplica por 14 las tentativas, eleva las conductas de riesgo en infecciones asociadas (VIH, VHC...), amplía las tasas de desempleo y marginación, y acentúa la incidencia de conductas violentas y criminales. El colectivo de personas sintecho es el más vulnerable a desarrollar este doble diagnóstico, y en las cárceles el índice de personas con patología dual grave y excluida socialmente se incrementa.
Todo este panorama implica un gran coste para la sociedad y nos indica que faltan recursos para abordar esta problemática. Las 8 Unidades de PD que hay en Cataluña se quedan cortas.
Respecto al por qué se produce la PD, Torrens considera que lo importante es detectarla y tratar los dos temas conjuntamente, por lo que los profesionales deberán estar cada vez más preparados para abordarla y no caer en el "síndrome de la puerta equivocada" o en el "aquí no toca".
En relación a la población general, la persona adicta tiene más afectación en trastornos mentales. El uso de sustancias en la persona que muestra sintomatología psiquiátrica obedece muchas veces a una expectativa de automedicación. En un primer momento la sintomatología parece tener una sensación de mejora, pero con el tiempo la hace empeorar. Entre los diferentes factores que facilitan el doble diagnóstico podríamos encontrar: la ansiedad social (fobia social...) y el consumo de alcohol; el trastorno bipolar, que en fase maníaca puede favorecer el consumo de sustancias por falta de sensación de riesgo; o el buscador de sensaciones (asociado al Trastorno antisocial) a través del consumo.
Las sustancias que más pueden desencadenar un trastorno latente son los estimulantes, a diferencia de los opioides, que tienen menos incidencia en la PD. El consumo de cocaína puede acabar favoreciendo la depresión o activar un cuadro psicótico; o la metanfetamina -cada vez más presente en el mercado- que puede favorecer también los cuadros psicóticos, y que si recurren durante 3 años se puede acabar instalando un Trastorno esquizoide.
Se ha constatado que las mujeres con TUS son menos policonsumidoras que los hombres pero tienen más posibilidad de ser diagnosticadas de PD. La depresión (en un 80%), el trastorno por estrés postraumático (debido básicamente al sufrimiento de la violencia de género y sexual) y el trastorno de ansiedad (pánico), son los cuadros más asociados a la PD en las mujeres. Hemos de tener presente que los trastornos afectivos y de ansiedad suelen ser primarios, no secundarios al consumo.
Por último, la Dra. Torrens ha puesto de relieve la mejora que se debe hacer todavía en la accesibilidad del tratamiento a las mujeres, tanto por TUS o PD, poniendo de manifiesto la alta masculinización de los centros de tratamiento.
La Mesa redonda ha llevado por título: Retos y abordajes específicos, con 4 participaciones.
En la primera, Imma Navarrete, TS y coordinadora de la CT de Proyecto Hombre en Valencia ha expuesto la Intervención con personas con PD en un recurso residencial. Navarrete ha explicado la evolución que ha experimentado la CT que ella coordina con la progresiva y alta incidencia de ingresos de casos de PD en los últimos años. Una CT, que aunque oficialmente consta como un recurso para tratar la drogodependencia, funciona casi exclusivamente como un dispositivo especializado en el tratamiento del doble diagnóstico. Actualmente atienden a un 87% de personas con trastorno mental grave. La CT es urbana (no aislada), consta de 52 plazas públicas y dispone de un equipo interdisciplinario de 25 profesionales, contando también con la colaboración de 33 voluntarios. La adaptación del sistema de tratamiento residencial para esta población ha sido constante, intentando mejorar la adhesión al tratamiento de un colectivo con dificultades para tener conciencia de enfermedad mental, con frágil adherencia al tratamiento, con altas tasas de abandono y de reingresos, muy estigmatizada socialmente, y que puede presentar una alta ideación suicida. La coordinadora ha ido detallando algunas de las innovaciones que han tenido que ir implementando respecto de una CT y un equipo terapéutico acostumbrado a seguir una línea metodológica tradicional de tratamiento de la adicción a las sustancias: inclusión de un psiquiatra aparte del médico y personal sanitario, estilos educativos flexibles alejados de la terapia confrontativa, aumento significativo de los refuerzos positivos, límites claros cuidando de establecerlos de forma empática, construcción de objetivos consensuados e individualizados, trabajo para la concienciación de la enfermedad, menos abordaje introspectivo, terapia ocupacional más monitorizada... y sobre todo cuidar la construcción de una fuerte alianza terapéutica como eje vertebrador del cambio, propio de cualquier seguimiento psicoterapéutico, pero más aún si cabe en este colectivo tan vulnerable. También el trabajo con la familia se convierte en clave durante el proceso, tanto para canalizar el gran desgaste que sufren sus miembros, como para ayudar a entender el trastorno mental del miembro de la familia afectado, ayudando a aceptar los altos y bajos o las crisis periódicas que formarán parte de la evolución del paciente. Un tema que de la misma manera deberán entender los profesionales del recurso, pues será esperable que estas personas puedan tener ingresos y altas a lo largo del tiempo para conseguir estabilizarse durante algún periodo previsible de descompensación.
La Dra. en Psicología de la sección de adicciones y PD del Servicio de Salud Mental del Hospital Universitario Vall d'Hebron Constanza Daigre, en su participación ha expuesto lala Evolución del craving en el tratamiento de las adicciones y la importancia de la PD, describiendo una serie de reflexiones en torno al deseo de consumo. Un concepto complejo y multidimensional que incluye aspectos cognitivos, emocionales, conductuales y fisiológicos, que se presenta y fluctúa durante el proceso de recuperación y que cada persona debe aprender a aceptarlo. En el sufrimiento de este deseo urgente de consumir hay diferencias individuales respecto a grupos de consumidores, siendo por ejemplo los adictos a la cocaína los que lo experimentan sobre todo al inicio del tratamiento. Respecto a la PD, ha resaltado la mayor intensidad del craving en pacientes del Clúster B, con un perfil más impulsivo y los diagnosticados de TDAH.
Seguidamente Ana Adan, Dra. y Catedrática del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología de la Facultad de Psicología, Instituto de Neurociencias, de la UB, ha presentado la ponencia: Integración de la cronobiología en el tratamiento de la PD . Inicialmente ha hecho una pequeña introducción de la importancia de los ritmos o relojes biológicos del organismo y su necesaria coordinación para un funcionamiento saludable. Ha descrito cómo el consumo de sustancias favorece la desincronización y la cronodisrupción de los ritmos biológicos, sobre todo de la ritmicidad circadiana, generando afectaciones en el organismo. Las personas con TUS y otros trastornos mentales tienden a tener una tipología circadiana más activada en la vespertinidad, siendo un factor de protección el regular los hábitos horarios estables y matutinos durante la fase de recuperación, pues potencia la calidad de la respuesta, tiene beneficios para la cognición y el estado de ánimo, previene las recaídas y aumenta significativamente la calidad de vida.
Finalmente Elena Flores, Psicóloga clínica de la Unidad de Conductas Adictivas del Adolescente del Hospital Sant Joan de Déu, ha hablado sobre la Patología Dual en adolescentes: retos terapéuticos y sociales. Flores ha partido de la base de que hoy en día la PD en adolescentes consumidores es más una norma que una excepción, exponiendo una serie de factores de vulnerabilidad que favorecen la aparición del doble diagnóstico: menor capacidad de pensar antes de actuar, dificultades para tolerar el retraso del refuerzo y calcular las consecuencias de los actos, menor capacidad de introspección y dificultad para comunicar y expresar lo que les pasa. Factores que generan una baja conciencia de problema, que a la hora de ponerse en tratamiento favorecen una escasa motivación al cambio y producen un elevado riesgo de abandono de los mismos.
Según la psicóloga, la recurrencia de factores traumáticos de esta joven población no es menor, mostrando cortas historias de vida con hechos altamente problemáticos.
Se ha hablado de que los factores de protección para que el adolescente no tenga conductas de riesgo de consumo, ni desarrolle cuadros de PD, serían: la capacidad de resiliencia, tener una orientación social positiva, tener una inteligencia superior, un entorno social seguro y adultos que les sirvan como referentes.
Se ha concluido con la constatación del actual déficit de recursos especializados para la atención de los adolescentes con TUS y PD para prevenir el aumento de la cronificación.
Joan Ramon Farré Huguet.
Psicólogo del Área de GC del CECAS.
El Centro Catalán de Solidaridad (CECAS) es una Fundación privada sin ánimo de lucro fundada en 1991, que se dedica a la atención de personas con drogodependencia, especialmente aquellas que se encuentran en situación de exclusión social.
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